VAMOS A LLENAR ESTO DE INDICADORES ¿FUNCIONA?
Estaba tan convencido que para mejorar mi rendimiento tenía que MEDIRLO TODO que empecé a correr con mi nuevo reloj – pulsómetro. De esto hace ya diez años. Me encantó: número de pisadas, la longitud de la zancada, ritmo cardíaco, pendientes, ritmos parciales, planes de entrenamiento. Además se podía descargar en el ordenador para hacer seguimiento y comparativas del mismo ejercicio en días distintos. Para los enamorados del dato, iba a ser el paraíso.
Al mes dejé de usarlo.
Me estresaba medirlo todo
No tenía ningún objetivo concreto de mejora. Bueno sí. Mejorar todo. Llegaba a casa muy cansado, siempre al límite. Empezaron a aparecer las lesiones y lo peor de todo sin mejorar y desmotivado. Estaba dejando de disfrutar lo que había sido mi pasión desde niño.
Pasados unos años me apunté a un grupo para preparar la maratón en un año. La preparé sin pulsómetro. Mejoré sustancialmente los tiempos en 10 Km, y corrí varias medias maratones (cada vez con mejor tiempo).
La clave era tener el objetivo claro e ir bien dirigido. Y no en medirlo todo. Trabajar bien el fondo y las series. De esta forma se aumentaba la zancada, los tiempos y disminuía la fatiga.
Si se quiere mejorar, hay que medir lo importante
Qué medir
Lo ideal es tener claro cuáles son los objetivos prioritarios de la empresa (tres objetivos es un buen número) y a partir de ahí, con sentido global (no departamental) ir definiendo cómo pueden ir contribuyendo los equipos. Para saber más cómo lograr los objetivos haz clic aquí y echa un vistazo a la publicación Cómo mola tener un objetivo.
Y a modo de ejemplo describo algunas prácticas que he visto o vivido en primera persona y cómo se pueden mejorar.
1) Midiendo la satisfacción del cliente
Mi objetivo en las formaciones es convencer a las personas que cambien el día a día para que puedan mejorar sus resultados (si quieres conocer más en detalle cómo tener formaciones emocionantes haz clic aquí). En las encuestas de satisfacción de las formaciones que realizo hay dos preguntas clave:
- ¿Ha sido útil la formación para tu puesto de trabajo?
- ¿Qué vas a cambiar a partir de mañana en tu día a día?
Y sabiendo que esto es lo que voy a medir, toda la formación va enfocada a dar ese plus de utilidad y de convencer a la persona para que se ponga en marcha.
Que la sala esté mejor o peor (iluminación, temperatura), que el material haya sido de calidad y otros aspectos higiénicos, que los participantes lo hayan pasado bien o muy bien, para mí no son los aspectos prioritarios. Sí que son factores que ayudan a consegur el objetivo principal, pero incluso teniendo una puntuación máxima en esos factores puedo no haber conseguido mis principales objetivos.
En todo lo relacionado con la satisfacción del cliente se pregunta mucho por lo que se denominan factores higiénicos: limpieza, amabilidad, puntualidad, accesibilidad, orden, claridad,… Todos estos factores claro que son importantes pero se dan por supuestos. Si no se dan, el cliente no nos da la oportunidad de estar con él. Pero, no son claves para que el cliente compre.
¿Le hemos preguntado al cliente que es lo que más le gusta?
Personalmente no quiero que me acribillen con una encuesta para rellenar aspectos que ni me van ni me vienen. Quiero que me pregunten por aquello que más me ha gustado y si lo hubiese, más me ha molestado. Ahí sí que está la diferencia.
2) Supervisando el trabajo de los equipos
Seguro que os resultan familiares esos responsables (da igual si son de fábrica o supervisores comerciales o auditores internos) que funcionan como policías:
- Con sus ordenadores o libretas controlando y anotando la más mínima desviación de los procedimientos establecidos.
- Sintiéndose importantes por sacar cuantas más faltas mejor, aunque sean temas insignificantes. Lo importante para ellos es que no se cumple el procedimiento. Les hace a ellos sentirse imprescindibles y necesarios ante sus jefes. Como si por ello fuesen a dar la medalla por el mérito al trabajo.
- Nunca aportando nada, ni escuchando a los equipos sólo exigiendo resultados y un «búscate la vida».
Controlan todo, sí. Lo importante y menos importantes. No tienen claro el objetivo principal y lo único que consiguen es
Quemar a los equipos
Ponen por delante las normas que los objetivos de la empresa. Se prioriza el cumplir los procedimientos, antes que el generar más dinero o cuidar a los buenos clientes. Sobre este tema soy muy sensible y puedes leer más cómo los describo haciendo clic aquí en el artículo De jefes y jefecillos.
En ese ambiente, cada departamento intenta salvar su «pellejo» para salir bien en la foto, aunque sea a costa de otros departamentos.
Para mí, las claves para supervisar los equipos de trabajo son:
- Hacerles partícipe a las personas de los objetivos de empresa: pasar tiempo con los equipos, escucharles, que aporten sus ideas de cómo se puede mejorar. El compromiso es fundamental para ir más allá de las tareas.
- Tener objetivos globales realistas y alcanzables: al igual que gana o pierde todo el equipo (aunque unos lo hayan hecho ese día mejor o peor). Ya no tienen sentido los objetivos por departamento. Los éxitos y fracasos son de todos y lo importante es que vaya bien la empresa. Haz clic aquí para saber cómo es posible que empeorando los indicadores de compra se mejoren los resultados globales de la empresa.
- Priorizar las tareas: Después de fijar y consensuar el objetivo, ¿cuáles son las tareas fundamentales para lograrlo? El objetivo en planta de producción no es que las máquinas no estén paradas, es fabricar más unidades con los mismos recursos. Por eso vamos a priorizar el seguimiento de los indicadores de parada de los procesos que son cuellos de botella y no sobre todos los procesos. Aquí os dejo una tabla de objetivos y no de tareas que espero pueda ser de utilidad.
4. Pasar de controlador a colaborador: a los supervisores se les tendría que premiar por el cumplimiento de los objetivos de los equipos, en las que ellos son partícipes para aportar en positivo, dando soluciones.
Me encantará conocer tu opinión. ¿Cuáles son los indicadores clave en tu empresa? ¿Cómo se eligen y se hace su seguimiento?
Si quieres saber más de cómo mejorar los resultados de tu empresa a través de indicadores de gestión, haz click aquí para conocer nuestra metodología ABM. Estaré encantado de acompañarte en ese camino.
Invítame a conectar (introduce este correo: david.diaz.linkedin@gmail.com) si quieres tener un contacto diferente como ya dicen otros profesionales. Mi objetivo es aportar para hacer el día a día más fácil. Incluso si no vas a implantar esta metodología en tu empresa, pregúntame todas las dudas que tengas. Te contestaré personalmente en un plazo máximo de tres días y además me servirán de sugerencia para escribir otros artículos que sean de tu interés. Haciendo click aquí, también puedes seguirme en la página de ABM Modelling Brain Trust CS.
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David Díaz Robisco ayuda a gerentes que quieren controlar e impulsar su empresa a través de la creación de información relevante que alinea al equipo con el mercado y reduce los riesgos en la toma de decisiones.
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