¿Recuerdas alguna charla, formación, curso o situación que te haya cambiado la vida a mejor?
Sólo aquello que has puesto en práctica o has vivido personalmente te ha transformado. El resto, sólo ha servido como formación o información. Buena teoría y poca práctica.
En este articulo compartiré qué aspectos tienen que estar presentes en las formaciones práctica o transformadoras una vez que ya hemos detectado las necesidades formativas:
- Sé concreto fijando objetivos
- Aprovechar la energía del equipo.
- Garantizando el ROI de la formación
Sé concreto fijando objetivos
La formación empieza mucho antes. No sólo motivando a los participantes sino con la preparación del contenido.
Tú eres la persona que más sabe de tu negocio. La formación sólo te ayuda a ir más rápido.
Hay que pasar tiempo con el formador/facilitador y con los equipos para que todo salga bien. Explicar claramente cuáles son las oportunidades, dificultades y retos. A partir de ahí confirmar que las dinámicas y el contenido van a ser útiles.
Ser buenos padres no significa hacer buenos regalos y olvidarte de pasar tiempo con tus hijos. En la formación pasa lo mismo. No vale con poner el dinero y dejar toda la responsabilidad en el formador.
Si no pasas tiempo preparando la formación sólo se tratará de información, no de transformación.
Si las cosas no funcionan sólo servirá para echar culpas. Con el dinero que me dejo en formación que poco nos luce, qué poca agradecida es la gente o qué malo el formador. Pero por qué no te preguntas, ¿podría haber hecho algo más?
Preguntarse cuál es el objetivo concreto que queremos conseguir antes de cada formación es el primer paso para transformar.
En mi caso, siempre pregunto la dirección qué quieren conseguir con la formación. Si la respuesta es más ventas no vale. Es demasiado genérica. Hay que concretarla para tener bien definido el objetivo de la formación y los temas a tratar. ¿Cómo quieres conseguir más ventas? ¿cómo lo vamos a medir?:
- A través de la captación de nuevos clientes.
- Vendiendo más en la primera visita.
- Potenciando la venta de un producto.
- Haciendo venta cruzada.
- Cerrando más presupuestos.
- Acortando el proceso de ventas.
Teniendo claro el objetivo y lo que se quiere mejorar es mucho más fácil tener un indicador para hacer seguimiento. No sólo para el contenido de la formación, sino que también los propios asistentes también comparten el objetivo.
Aprovechar la energía del equipo
Y esa energía siempre está presente en las empresas. Hay que aprovechar para liberarla:
- Motivando antes de la formación
- Durante la formación: el papel del facilitador
- Después de la formación (lo veremos en el apartado de garantizar el ROI de la formación)
Motivar antes de la formación
Cuando tú pagas por tu formación a nivel particular tienes una motivación extra. Lo haces porque te gusta y le quieres sacar el máximo provecho. De hecho te has comprometido contigo mismo poniendo tu propio dinero.
Cuando la empresa impone la formación, que no la están pagando las personas, normalmente se pueden pensar varias cosas:
- Qué mal me viene con todo el trabajo que tengo que sacar.
- Genial. Día libre para estar con los compañeros.
En el fondo, desgraciadamente, muy pocas veces se ve motivado. Se va por obligación y sin tener una idea clara de lo que podemos sacar.
Con los clientes lo tenemos muy claro. Para atraerles les tratamos muy bien antes de la venta. Y la empresa no tiene ningún problema en invertir haciendo promoción de nuestros productos o servicios. El trato que le damos a los clientes, no debe diferir del que damos a nuestros equipos. ¿Qué te cuesta hacer promoción de un curso? Prácticamente nada.
Una práctica que viene muy bien es mandar un mail con el mismo estilo de un anuncio que incluya:
- Una ilustración motivante
- Titulo, objetivos y beneficios de la formación
- Horarios y temáticas
Nadie discute la inversión en publicidad con los clientes. ¿Por qué no lo hacemos con nuestros equipos antes de la formación? Sin apenas coste, lograrás un alto nivel de motivación y energía antes de empezar.
Aprovechar la energía del equipo – el facilitador
Piensa en alguna formación a la que hayas asistido. De verdad, ¿te acuerdas de algo? ¿alguna cosa que hayas puesto en práctica?
Posiblemente te acordarás de aquello que tú dijiste. No de lo que te dijo el formador.
¿Por qué nos empeñamos en seguir dando formación donde las personas tienen que escuchar? ¿Por qué no damos la oportunidad que participen?
¿Sabes lo que pasa cuando juntas a las personas de tu equipo en una formación? Tienes la oportunidad de generar más energía y motivación. Es el momento ideal para que todas las personas puedan compartir sus experiencias y conocimientos. Sobre todo con aquellas personas con los que tienen menos relación. Oportunidad única para enriquecerse mutuamente. Lo único que hace falta es crear un ambiente de confianza y las dinámicas necesarias para que las personas se animan a participar.
Recuerda que lo que recordamos de nuestras formaciones es lo que nosotros mismos hemos dicho y qué mejor forma que también poder escuchar y poner en práctica lo que otros compañeros ya hacen.
Garantizando el ROI de la formación
Hay una serie de factores higiénicos por los que siempre se pregunta en la formación. Por muy bien que estén, no son determinantes de la calidad de la formación. Me estoy refiriendo a todo lo relacionado con sala, iluminación y horarios. Si no son buenas, el resto sobra. Pero sacar muy buena nota en este apartado, no significa que la formación haya sido un éxito.
A mí me gusta valorar las formaciones en dos partes, y además dejar parte de mis honorarios en función de lo conseguido:
- Utilidad de la formación para el trabajo.
- Mejora de los indicadores
Utilidad de la formación para el puesto de trabajo
Para mí esta es la fundamental. Si estamos hablando de transformación, no de formación ni información, lo primero que tenemos que tener claro es si estamos pasando de un plano teórico a un enfoque práctico. Cómo incorporar todo lo que estoy aprendiendo a mi día a día. Y en vez de usar números, me parece mucho mejor ser concreto en lo que significan esos números:
- La formación ha sido una pérdida de tiempo.
- No hubiese pasado nada si no hubiese acudido a la formación.
- La formación ha sido práctica para mi puesto de trabajo.
Y a partir de ahí también preguntar de forma abierta:
- ¿Qué mejoras voy a poner en práctica a partir de mañana?
- ¿Qué es lo que más te ha gustado de la formación?
- ¿Qué mejorarías o has echado en falta?
No sólo sirve para saber qué parte de la formación ha sido más efectiva, sino también porque escribiendo tus compromisos es mucho más factible que los lleves a cabo.
Estas preguntas y su análisis me acompañan no sólo en las formaciones sino también en todas las conferencias que realizo.
Haciendo seguimiento
Somos fan de la personalización en nuestra vida. No queremos ser tratados como uno más. Nos gusta sentirnos especiales. A la hora de poner en práctica lo aprendido, mis problemas son diferentes de los de mis compañeros. Podemos ser personas introvertidas o extrovertidas, con más o menos facilidad de palabra o comunicación, con más o menos problemas personales o con una u otra forma de ser.
Para poner en práctica lo aprendido no vale la misma receta para todas las personas. Y para que a la primera de cambio las personas no desistan en su intento y ayudarles a tener ese sentimiento de logro hay que acompañar. No para hacer su trabajo, sino para ofrecerle una suficiente variedad de herramientas donde pueda escoger la que mejor va con su forma de ser. Y acompañar hasta que la persona lo pueda incorporar en su rutina de una forma efectiva.
Invierte en seguimiento para garantizar la transformación
El seguimiento además es la mejor forma de tener presente el indicador a mejorar y poner todo de nuestra parte para conseguirlo.
Si quieres que tu plan de formación transforme a la organización:
- Sé concreto fijando objetivos: formaciones genéricas es muy difíciles llevarlas a la práctica.
- Aprovecha la energía del equipo: tu equipo y tú sois los que más sabéis del negocio. Genera energía comunicando la formación, horarios y beneficios antes de la formación. Busca un facilitador, que además de conocimientos, pueda ayudar a liberar y compartir toda esa energía.
- Garantiza el ROI de la formación: invierte en seguimiento de las personas para garantizar la consecución de los indicadores.
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