¿ERES EL REY MAGO DE TU EMPRESA?

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Esta es una de mis preguntas preferidas cuando los gerentes y directores dicen que son imprescindibles en la empresa, que tienen que estar supervisando y decidiendo sobre todos los temas.

Con 27 años aprendí a dejar de ser Rey Mago. Entre mis nuevas responsabilidades en el control y gestión de una fábrica de quesos, estaba la de gestionar las compras de leche. Este  área nunca lo había llevado, pero el equipo de trabajo era muy bueno. Todavía recuerdo lo sucedido como si fuese ayer, con un poco de vergüenza por equivocarme, pero con orgullo de no haberlo vuelto a hacer.

Uno de los compradores de leche, había vuelto a tener una discusión con uno de los ganaderos que históricamente nos suministraba a cuenta de la calidad del suministro. Le había comunicado que no le recogería más leche a partir del mes siguiente. Sin tiempo que volviese el comprador a la fábrica, me llamó el ganadero para asegurarme que mejoraría la calidad, que había sido un tema puntual y que no le podía dejar colgado después de tantos años de suministro. La verdad es que se me ablandó el corazón, me pareció hacer de Rey Mago (para eso era el jefe) y sin hablar con el comprador me comprometí con el ganadero a seguir recogiendo.

Tuve luego una conversación con el comprador donde me explicó los motivos por los que había decidido cortar el suministro. Entendí perfectamente que si le habíamos pedido que subiese la calidad, le teníamos que dejar trabajar. Me comprometí con el comprador a volver a hablar con el ganadero en cuanto incumpliese. No pasó mucho tiempo, al siguiente mes las cosas siguieron igual y yo mismo le comuniqué al ganadero que le dejábamos de recoger la leche.

Seguro que es un ejemplo lejano a nuestro día a día, pero voy a enumerar otra serie de situaciones que veo constantemente y que me recuerdan a los Reyes Magos:

  • Subidas de sueldo o pago del 100% del variable que se dan sin tener en cuenta criterios objetivos de responsabilidad y trabajo realizado. Se atiende a criterios que más tienen que ver con la simpatía y amistad hacia una persona, por no decir el tiempo que se pasa en el despacho. Ni que decir tiene el enrarecido ambiente de trabajo que se crea cuando se conocen las diferencias. Siempre es más fácil dar regalos sin ningún criterio que trabajar para que todo el equipo consiga los objetivos.
  • El Director Comercial que viaja con su equipo de comerciales, y ofrece descuentos adicionales porque no sabe aguantar la presión cuando está en frente del cliente. Está claro que los clientes ya no quieren tratar con el comercial, porque su Director Comercial siempre les ofrece mejores precios.
  • Las mejoras en las comisiones a los comerciales o descuentos a clientes o suministro incluso sin mirar el riesgo del cliente que se dan a última hora para llegar a las cifras de presupuesto. Y cómo aprendemos todos la lección. El comercial para demorar las ventas y aumentar la comisión y el cliente que tiene problemas de riesgo para aumentar su inventario y demorar pagos.

Creo que es mejor respetar las parcelas de responsabilidad de cada persona y su forma de hacer las cosas.

Y, si por algún casual tenemos la tentación de ejercer de Rey Mago, pensar si podemos a dar el mismo regalo a todos los miembros del equipo, de clientes o de proveedores.

 

David Díaz Robisco ayuda a gerentes que quieren controlar e impulsar su empresa a través de la creación de información relevante que alinea al equipo con el mercado y reduce los riesgos en la toma de decisiones.

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